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Esomeprazol ¿Por qué debes incluir en tu botiquín?

Cuando salgo de casa nunca puede faltarme un botiquín. Y no, no soy hipocondriaca ni cargo curitas, alcohol, agua oxigenada, esomeprazol y algodón a todos lados. Total, un rasponsito puede soportarlo cualquiera, pero la gastritis infernal, no.

Así que no me falta la ranitidina por si el ardor es leve. El omeprazol para el momento en que sientes un vacío. El pantoprazol si llega el punto en que no puedo ni pararme derecha a causa del dolor en la boca del estómago. Carbonato de calcio para las agruras, bicarbonato por si se ofrece.
Loperamida para eso del córrele que te alcanzo. Unas pastillitas de neomicina, caolín y pectina, o unas tabletitas negras con carbón activado. Diyodohidroxiquinoleina, furazolidona y homatropina, buenísimas por si algo que comes te hace daño y la cosa se pone grave.

Lo sé, no soy la única que sufre colitis y gastritis por hacer honor a que lo grasoso es más sabroso y sin picante no sabe. Agreguemos el no respetar un horario para comer, las mal pasadas, el estrés, y esas cenitas con mucha salsa. Definitivamente, tenemos la respuesta al origen de todos esos males estomacales.

Odio el momento cuando estoy por pedir unas quesadillas o antes de ponerle media cazuela de salsa a mis tacos. ¿Saben por qué? Porque esa felicidad va a terminar en acidez, agruras y todos esos síntomas que no me dejan dormir. Aunque al final pienso “lo bailado nadie me lo quita”.

Pero bueno, tú y yo sabemos que esto no es vida, y que tarde o temprano tenemos que hacer algo para tener una mejor calidad de vida. Así es esto cuando uno entra a los 30 y media oficina está a dieta, y en lugar de galletas, hay bolsitas de jícamas o pepinos en los escritorios…

¿Cómo calmar la gastritis? esomeprazol

Además de optar por horarios fijos para comer, alimentos más sanos, menos azúcar, y otros detalles que los doctores son especialistas en enumerar como si fueran una sentencia de muerte para el paladar, la verdad es que después de un mes te das cuenta de que no es tan malo, y sólo se trata de fuerza de voluntad.

Eso sí, nunca está de más una ayudadita como la que me recetó mi doctor…, ¿habías escuchado del esomeprazol? Yo tampoco, hasta que comencé a usarlo y a ser feliz. Es un medicamento indicado para ese horrible reflujo que nos hace despertar a media noche, y amenaza con despojarnos de esos deliciosos tacos que cenamos. Bueno, pues este medicamento bloquea la acidez desde donde se origina, para que te olvides de esa incómoda sensación de quemazón en el esófago.

Lo mejor es que el esomeprazol ya existe en genérico y no tienes que gastar mucho para disfrutar de sus beneficios, ya que es mucho más económico que el patente (Nexium), y funciona exactamente igual: una tabletita al día durante 14 días, y listo. Desde entonces es un medicamento que no falta en mi botiquín. ¿Lo incluirías en el tuyo?

 

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